Patricia Bentancur operates in her videos as a DJ that “scratches” images and sounds. Mix, break, distort, recompose the scene, in a continuous alteration and iteration of the narrative time and the time of the precept.

Borders and geopolitics

“In this installation, the (political) territory disappears and the margins, edges, stripes remain, which in turn contain the walls of institutionalism.

A transfiguration that starts from the flag as a symbol of colonial geography and moves to the margins (of the flags) that delimit that new context that translates into painting, that of the wall where the pieces are installed.

The geopolitics become painting and the problem of art is established when the genre of painting emerges from the symbol of a political and colonial territory. This kind of sample of margins (of flags symbols of territory) transformed into painting, are references and footnotes to the history of art ... The Transfiguration of the Commonplace.

The same happens with Magritte, this is not a flag, this is not a State, this is not a painting. The interesting thing lies in how art and, in this case the painting, is also a political territory finally, staged: because if we think that the installation is inheritance, from the deconstruction of the flags, we can propose from this installation a questioning of the painting as an hegemonic genre of modern art. And with this, we can say appears the properties of the contemporary”

Fernando López Lage (Fragment)

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Patricia Bentancur opera en sus videos como un DJ que “scratchea” imágenes y sonidos. Mezclar, quebrar, distorcionar, recomponer la escena, en un continua alteración e iteración del tiempo narrativo y del tiempo de la precepción.

Fronteras y geopolítica 

“En esta instalación, el territorio (político) desaparece y quedan los márgenes, bordes, franjas, que a su vez contienen las paredes de la institucionalidad. 

Una transfiguración que se inicia desde la bandera como símbolo de la geografía colonial, hacia los márgenes (de las banderas) que delimitan ese nuevo contexto que se traduce en pintura, la del muro donde se instalan las piezas.

La  geopolítica deviene en pintura y el problema del arte se instaura cuando el género pintura proviene del símbolo de un territorio político y colonial. Esta especie de muestrario de márgenes (de banderas símbolos de territorio) transformados en pintura, hacen guiños y notas al pie a la historia del arte … La transfiguración del lugar común.

Lo mismo pasa con Magritte, esto no es una bandera, esto no es un estado, esto no es una pintura. Lo interesante radica en cómo el arte y en este caso la pintura, es también un territorio político finalmente, puesto en escena: porque si pensamos que la instalación es herencia de la deconstrucción de las banderas, podemos proponer a partir de esta instalación un cuestionamiento de la pintura como género hegemónico del arte moderno. Y acá aparece la propiedad de lo contemporáneo”. 

(Fragmento) Fernando López Lage

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